martes, 7 de mayo de 2013

SELF-DESTRUCTION

Me he cansado de escuchar de que autolesionarse es malo. ¿No os dais cuenta de que hay gente a la que hacerse daño a sí mismos ya no les duele? Están muertos por dentro, no sienten nada.
No les da miedo la muerte, la conocen de cerca y la tienen como una buena amiga que les acecha, siempre atenta para aparecer en cualquier momento.
Son personas que hace mucho tiempo que no sonríen de verdad, que las sonrisas vacías que presentan de cara a la galería solo sirven para disimular su dolor interno.
A veces, la autolesión es su única salida. Estar sola en tu habitación de noche sin nadie que te escuche o lo que es peor, sin nadie que quiera y esté dispuesto a escuchar es muy duro. Entonces das vueltas, vueltas y más vueltas dispuesta a hacer cualquier cosa para que el caos mental que tienes y el dolor psicológico que tienes desaparezca.
Autolesionarse es una forma de liberarse. Duele, te centras en el dolor físico que te causa y te olvidas por momentos del dolor interior que estás sufriendo. El placer de hacerte daño es algo que muy poca gente entiende.

El mayor problema es cuando alguien lo descubre, le obliga a hacerle promesas vanas que digan que nunca volverá a hacerlo, pero en el fondo sabe perfectamente que volverá. Y es que por mucho que quieras, tú no vas a estar ahí a las tres de la mañana cuando ella esté hecha un puto trapo y necesite ayuda, así que déjala. Sólo quiere terminar esta etapa de su vida y continuar con la siguiente, y seguro que cuando las cosas mejoren las autolesiones quedan solo en cicatrices con historia.

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