"Que un día a lo que tú y yo tuvimos, se le pudo llamar amor."

Puede que no deba estar pensándote, puede que escribirte esté siendo una locura, pero supongo que ya sabes que nunca estuve demasiado sana, mentalmente hablando.
Quizá te preguntarás por qué vuelvo a ti, de esta manera, después de tanto tiempo, de tantos líos y de tantas historias que tanto nos han separado al uno del otro.
Sé que no tengo derecho a exigir prioridades, a exigir que vuelvas a mí o que me vuelvas a querer como tantas veces me mentiste diciendo que lo hacías.
Lo importante, es que los dos hemos vuelto a este punto; los dos hemos pensado remotamente en la puta posibilidad de levantarnos mañana uno al lado del otro, en la misma cama.
Quizá hayas intentado pasar página, pero a la vista está que no lo has conseguido, exactamente igual que yo, aunque me pierdo en vislumbrar si alguna vez le has echado tantas ganas como yo a eso de olvidarte.
Puede que al leer esto hagas como si no supieses nada, como si no me recordases, como si hubiese caído en el olvido en tu memoria y ni si quiera recordases que un día a lo que tú y yo tuvimos, se le pudo llamar amor.