sábado, 7 de febrero de 2015

Amargo sabor del desengaño

Y empecé a pensar que no me querías, y con cada pensamiento de que mi amor no fuese correspondido, me hundía más y más y más, sabiendo que tardaría meses en superar aquella derrota, en superar el amargo sabor que tiene la decepción y el desengaño amoroso...
Y aquí estoy hoy, más ilusionada que nunca con aquella persona que siempre tuve como inalcanzable, esa persona que se paseaba por mis sueños y con el que me imaginaba hablando y haciendo cosas que nunca me atrevería a hacer en la realidad si no tuviese la seguridad que tengo hoy.
Pero ha llegado la hora de la edad,  y has demostrado que si, que sientes por mi, al menos una pequeña parte de todo lo que yo he llegado a sentir por ti.
Espero que no me falles, y que pronto des el paso porque la espera me mata.

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