Ojalá abuelo, ojalá.

Ojalá recordara si tú me mirabas con los ojos llenos de amor, como miran los abuelos a sus nietas. Ojalá mi memoria me permitiera transportarme a cuando ni si quiera tenía cuatro años, y podía estar contigo.

Ojalá tuviese un día para tenerte, para ver cómo sería todo ahora si siguieses aquí conmigo. Ojalá pudiese sentir un abrazo tuyo, un beso, o una simple mirada con cariño... ojalá escuchar todas las historias y batallitas que la gente cuenta de cómo fue tu abuelo, de lo buena persona que era... pero contadas por ti.

Ojalá no te hubieses ido tan pronto, ojalá algún día pueda encontrarme contigo.

Ojalá, ojalá, ojalá... ojalá no fuesen simples deseos, de esos que sólo se cumplen en los sueños, pero que por lo menos me permiten verte todas las noches que quiero.

Pronto será de noche... no tardes en venir a verme, abuelo.