viernes, 17 de enero de 2014

Voces, voces y más voces.

Queridas voces, callaos. Lo siento, pero me habéis superado y cansado. Todos los días escuchándoos, haciéndoos caso, haciéndome daño por vuestra culpa; mi cabeza no da para más, acabará explotando si seguís destruyéndome a este ritmo y de esta forma.
Pero no, he decidido acabar con vosotros, callaros como sea y conseguir que por fin cuando haga algo sea por decisión mía y no por mandato vuestro.
Queridas voces, vuestra estancia aquí se acaba. Mis complejos, mis rayadas y mis inseguridades no me van a superar más. No van a hacer que mi vida pase a ser mejor, sólo sabéis intentar acabar conmigo, sólo yo sé cómo debo cambiar mi vida para pasar página.
En estos años, las lágrimas que me habéis hecho llorar, las cicatrices que me habéis hecho tener, el peso que me habéis hecho perder y las personas que me habéis hecho apartar de mi vida no van a volver ni van a desaparecer aunque deje de escucharos, pero por lo menos así dejaré de perder y de destruirme.
Queridas voces, puede que os quedéis en mi cabeza para siempre y nunca consiga superar esta mierda que me tortura, pero si no lo intento no voy a salir de esto.
Queridas voces, no voy a decir que haya sido un placer teneros aquí dentro porque mentiría, y porque os habéis convertido en mis peores enemigas, pero claro, he de daros las gracias por hundirme, ahora sé que si toco fondo podre emerger de mis ruinas.
Adiós, hasta nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario