Volvéis, quién sabe a qué venís esta vez.

1 mes y 22 días, y habéis tenido que volver. Ni dos putos meses limpia.
No os podíais haber esperado, no, teníais prisa por volver a llenar mi cabeza, por volver a hacerme daño. Prisa porque sabíais que por una vez en la vida me estaba yendo bien sin haceros caso, me estaba haciendo fuerte y eso era todo lo que no queríais ni necesitabais que sucediera.
Pero no sé que esperáis, si una puta bienvenida o un puto gracias por regresar, pero os aseguro que no lo vais a tener. Antes, eráis todo lo que tenía, ahora he descubierto que más allá de estas putas voces hay algo, que hay gente a la puedo incluso llegar a importarle y que me quieren por como soy.
Esta vez no, esta vez se que habéis vuelto, pero os prometo que no os vais a quedar por mucho tiempo. No me vais a poder hacer más daño, juré en su día no volver a recaer y aunque hoy lo haya hecho, pongo a Dios si hace falta por testigo de que haré todo lo que esté en mi mano por no tener que volver a escucharos, por no volver a sufrir, por hacer que en mi cabeza no haya más voz que la mía.
No sois bienvenidas, así que estoy segura de que vuestra visita será corta.