Hay una semana de diciembre que duele más que cualquier puñalada en el pecho. La semana del año en la que más veces me he preguntado "¿y si...?"; la que más veces he pensado en llamarte, y mira que es difícil pensarte más de lo que te he pensado todos los días desde que te conocí.
A veces me pregunto que habría pasado si hubiese ido al medico aquel fatídico día en el que mí madre olvidó una cita, o qué habría pasado si no hubiese ido a aquel pueblo aquel sábado, o quizá qué habría pasado si para mí no hubieses significado tanto.
Y la verdad es que has sido y creo que serás la persona más importante de mi vida, simplemente porque fuiste la primera persona que no me hizo sentirme un cero a la izquierda, la primera persona que de verdad se fijó en mí, la primera persona que me quiso por lo que era y puedo asegurarte que esa sensación no la he vuelto a sentir con nadie.
Gracias, feliz y dolorosa semana de mediados de Diciembre.
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